“Aprendí que cualquier dispositivo, elemento o fenómeno que nos rodea es digno de ser estudiado. Quizá ese fomento de la curiosidad haya sido una de las razones que me impulsaron a decantarme por una ingeniería”.

Y así fue, porque en la actualidad Raquel Villena Ruiz es profesora, investigadora y doctora en Ciencias y Tecnologías Aplicadas a la Ingeniería Industrial. Nos lo cuenta en el proyecto #MujereSteam.

Impulso por las ciencias en casa

“La verdad es que creo que me ocurría lo que a la mayoría de los alumnos que están a punto de elegir una carrera les ocurre: no tenía demasiado claro qué estudiar. Es cierto que, en casa, en mi entorno familiar, siempre se ha sentido cierta ‘debilidad’ por las ciencias en general”, comenta la investigadora. Y es que ella, a diferencia de otras niñas, contó con un ambiente que potenció sus capacidades.

“También recuerdo épocas en las que quería ser arqueóloga, y otras en las que quise ser arquitecta, profesiones por las que sigo sintiendo verdadera fascinación. La verdad es que, echando la vista atrás, parece que siempre me ha llamado más la atención la rama científica”, responde con una sonrisa. Finalmente, eligió la Ingeniería Mecánica porque le gustaba “todo lo relacionado con la parte de motores y con la vertiente energética en general”.

Construirse a si misma

Aunque no tuvo ningún referente, ni masculino ni femenino, ella logró acabar la carrera, realizó un master en Ingeniería industrial, empezó a investigar energías renovables y realizó su tesis doctoral sobre los desafíos a los que se enfrenta este sector económico. “Creo que en muchas ocasiones -opina- no son necesarios los referentes, pues una se va ‘construyendo a sí misma’ y va trazando el camino que quiere seguir en base a sus experiencias y vivencias personales”.

Por otra parte, recuerda, algunos libros que sí pudieron influir de pequeña. “Recomiendo encarecidamente el libro ‘La medición del mundo, de Daniel Kehlmann’ que decía en una reseña que era ‘un fascinante encuentro entre la literatura y la ciencia’”, comenta Raquel Villena Ruiz, que destaca con orgullo cuando su abuelo saluda con cariño diciéndole “¡qué pasa, ingeniera!”.

Raquel Villena
Raquel Villena Ruiz

90% de compañeros en las aulas

Preguntada por su experiencia universitaria, no puede ser más positiva. “Es cierto que fue dura y que se requiere de mucha perseverancia, pero es algo que merece realmente la pena”, asegura y añade que aunque no había paridad en las aulas (un 90% de chicos), “encontré a muy buenos amigos, que todavía hoy conservo”.

“En ningún momento sentí discriminación por ser mujer y que, si es ese el miedo con el que futuras alumnas temen encontrarse, les diría que borren ese temor de su cabeza”.

Tras acabar el grado, empezó su carrera investigadora y docente. “Mi investigación consiste en el estudio del comportamiento, desde el punto de vista eléctrico, de diferentes modelos de simulación de aerogenerador, y en el análisis del impacto que genera en los sistemas eléctricos, la integración de la creciente capacidad de fuentes de generación de energía renovable”. Todo un reto de futuro en la situación actual.

Por otra parte, su actividad como profesora empezó el pasado año. “Fui docente asociada del área de Ingeniería Eléctrica en la Escuela de Ingeniería Industrial y Aeroespacial de Toledo”. Una actividad que le llevó después a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Albacete, donde imparte clases a los y las futuras ingenieras industriales.

Consejo: dar lo mejor de una misma

Aunque el apoyo lo tuvo, reconoce que no toda la orientación necesaria a nivel laboral. “Hubiera sido interesante conocer de primera mano la experiencia de profesionales del mundo de la ingeniería”, reconoce. Por eso, anima a todas las chicas a estudiar una carrera de ciencias, matemáticas, tecnología o ingeniería si es su vocación.

“No hay duda de que hacen falta más chicas en carreras STEAM, así que les pediría que ningún prejuicio nuble sus deseos de estudiar una carrera técnica”.

También reconoce que hay sitios donde la igualdad avanza más que en otros. “Diría -comenta- que en el mundo académico se avanza a un ritmo un poco mayor en lo que a conseguir la igualdad se refiere, pero todavía queda un largo camino por recorrer”. No quiere terminar sin mandar un mensaje claro a las chicas que lo lean: “Elijan lo que finalmente elijan, dar lo mejor de una misma en cada paso es el mejor consejo que puedo darles”.

 

#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objeto es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).