Con experiencia en España y Reino Unido, esta arquitecta no le ha tenido miedo a bajar a la obra y, de hecho, ha sido jefa de constructoras. Actualmente trabaja en Cuidad Real, como responsable de mantenimiento de Elecnor. Todo un reto en un mundo aún con obstáculos machistas y más para una mujer madre de dos niños pequeños.

Como arquitecta y con experiencia en dos países y en partes diferentes del sector, como los trabajos a pie de obra, Nélida Paniagua Gil explica que quiere participar en este proyecto por la igualdad en las carreras STEAM, para demostrar que esta profesión y otras no deberían tener que ver con ser hombre o mujer. “Si dando visibilidad a mujeres en diferentes campos, ayuda a que jóvenes (chicos o chicas) vean que ellos también pueden ser lo que quieran, pues adelante”, comenta.

“Ver a alguien, normal, madre con hijos, en el entorno laboral actual, puede ayudar a que tengan aspiraciones, a ver que con esfuerzo pueden ser lo que quieran”, comenta, con su propia experiencia como bandera para decir esto. La arquitecta, además, desea que “abran su mente, se planteen metas y no lo vean como algo inalcanzable”.

Modelos a seguir, masculinos y femeninos

¿Cómo llegó a la arquitectura? “No fue una vocación desde pequeña -indica-. En el instituto me fui por ciencias, me gustaba el dibujo técnico y es una idea que poco a poco se va formando en tu cabeza y cuando es el momento de elegir, pues lo tuve claro”.

Preguntada por la imagen que de pequeña tenía de los arquitectos, la trabajadora de Elecnor, recurre a referentes familiares. “Tenía como ejemplo a unos tíos míos, que son arquitectos, en su casa había mesas de trabajo con planos…sí que me llamaban la atención, pero no más de eso”.

En el plano de las ciencias en general, sí que contaba con referentes masculinos y femeninos. “Tenía a mi padre y a mi madre, que han estudiado y trabajado a tope, y que nos han inculcado, que con esfuerzo consigues los objetivos. También he tenido jefes que me han enseñado muchísimo y he tenido profesoras que me han inspirado”, comenta, a la vez que apuntilla que

“no tienen que ser referentes mundiales, sino aquellos que te marcan de una manera u otra para crecer personal y profesionalmente”.

Zaha Hadid, arquitecta referente

En secundaria, Nélida Paniagua Gil  tuvo la suerte de que un profesor de dibujo técnico que había estudiado arquitectura le introdujo la figura de Zaha Hadid. Esta arquitecta anglo-iraní que cuenta con premios como el Pritzker -el Nobel de la modalidad- y que realizó obras por todo el mundo, destacando los museos contemporáneos, acabó siendo un referente de Paniagua en su carrera.

Pese a que la arquitectura tiene gran parte de estudio, la arquitecta afincada en Ciudad Real no dudó en probar la obra.

“Siempre he sido de obra, en las asignaturas de la carrera, siempre me han gustado más las de construcción que las de proyectos, quizá porque tengo más desarrollada la parte práctica y menos la imaginación”.

Nélida Paniagua Gil
Nélida Paniagua Gil

La obra, un mundo ¿aún? masculino

“Durante la carrera hice prácticas en una constructora y estuve trabajando hasta el final de la carrera en un estudio de arquitectura, por lo que estaba en contacto con el mundo laboral, de tal manera que cuando salí no hubo un gran cambio”, comenta al ser preguntada si tenía idealizado el día a día de la profesión.

Un mundo que conoció antes, pero asegura que ha cambiado en estos años:

“Al principio en la obra, que una ‘niña’ diera órdenes a los trabajadores, costaba mucho, sobre todo a los más mayores. Ahora, ya está todo más normalizado, hay un mayor número de mujeres en puestos de mando, y las generaciones ya han crecido a la par”. “Ahora trabajo en un sector todavía más masculino si cabe ya que el sector industrial, en mantenimiento, todavía llama un poco la atención una mujer en un puesto de mando en este sector, pero ya no es algo que genera animadversión”.

Más integración y la conciliación, cosa de todos

Repasamos con la arquitecta su experiencia tanto en España, como en Reino Unido como, en la actualidad, en Ciudad real.

“He trabajado como jefe de obra en ambos sitios y, quizá, en España estamos más integradas las mujeres en estos puestos que en otros países, al contrario de lo que parece a priori”. “En Ciudad Real, no hay diferencia con Madrid, ahora mismo tengo a mi cargo jefes de obra hombres y mujeres, en la misma proporción. Creo que ya no hay distinción de sexo, sino de experiencia, conocimientos o disposición”.

Pese a este recorrido, advierte: a ella la despidieron estando embarazada. “Buscaron resquicios legales para hacerlo”, explica. “En la empresa donde estoy actualmente, yo puedo decir que concilio bastante bien, trabajo mucho, pero tengo flexibilidad si necesito salir o ir al médico”, valora al ser preguntada por la conciliación al ser madre de dos menores, uno de seis y otro de tres años. ¿Qué más se podría hacer para mejorar esto? “Pues quizá que no solo se asuma que la flexibilidad la tiene que tener la madre, sino también el padre. Que a veces nos olvidamos de esto”.

 

#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objeto es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).