“Actualmente estamos demostrando que el talento no tiene género y la ciencia tampoco”
Poco sabía de la carrera científica ni de las dificultades que tienen que asumir las mujeres en la investigación cuando Lorena Mazuecos Fernández-Pacheco decidió que su carrera profesional estuviera ligada a la bioquímica. Ahora, con años de perspectiva de estudios, con experiencia internacional e investigando en Ciudad Real, puede hacer una valoración de género con las mujeres en las ciencias. Por ello la traemos hoy aquí, dentro del proyecto #MujereSteam.
Sin referentes, ni de género ni de ciencias
“Desde que estaba en el instituto sabía que mi carrera universitaria sería de ciencias. Las letras no me llamaban tanto la atención y, aunque al principio sacaba peores notas en las asignaturas de matemáticas y química, me costaba mucho menos estudiar estas últimas”. Así recuerda Lorena Mazuecos Fernández-Pacheco los primeros años donde los y las jóvenes deben empezar a encauzar sus estudios. una mezcla de qué se les da bien con qué les gusta y muchas veces mezclado con la visión que podemos tener de esas carreras. Pero en el caso de la biología, la bioquímica o incluso de la investigación en cualquiera de sus ramas no es visible para gran parte de la población. Y menos si hablamos de mujeres profesionales.
“Creo que mi imagen de la mujer científica por aquel momento era un poco difusa. En general, creo que éramos un poco ignorantes en cuanto a la carrera científica y lo que ello conlleva”, explica. “Sabes -prosigue-que hay personas en laboratorios, de vez en cuando, ves en la tele durante 30 segundos a alguien que ha descubierto un tratamiento frente a alguna enfermedad, pero no era una profesión que te explicaran con mucho detalle más allá de vestir una bata blanca y estar en un laboratorio. Mucho menos, el papel de la mujer o las complicaciones a las que se enfrentaba”.
Más mujeres en los medios, libros de texto y en el profesorado
Preguntada por sus referentes femeninos de las mujeres en las carreras STEAM (ciencia, matemáticas, tecnología, ingeniería, etc), Lorena responde de forma franca que no tenía. “Si realizas una encuesta por la calle y preguntas sobre tres científicos probablemente un 80% de la gente sepa contestar al menos de oídas: Albert Einstein, Newton, Thomas Edison… Son nombres muy sonoros. Pero si preguntas sobre tres científicas, la situación es diferente, si te dicen Marie Curie puedes darte por satisfecho”.
“Si preguntas en la calle por científicos hay nombres muy sonoros (…) si te dicen Marie Curie puedes darte por satisfecho”
Por contra, la bioquímica que actualmente investiga en el el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de Ciudada Real, cree que la situación ha mejorado aunque queda mucho por hacer: “Es una cuestión de que las editoriales de libros escolares apuesten por incluir también figuras femeninas cuando se expliquen logros científicos, de profesores involucrados en conseguir una igualdad en las aulas a través de ejemplos o actividades o que los medios de comunicación se impliquen en estas políticas promocionando avances científicos dirigidos por mujeres, que no son pocos”.
Abandono de la carrera y más obstáculos para ellas
Una realidad que es extrapolable a las aulas, donde en cada nivel que se supera, el porcentaje de mujeres disminuye. Es lo que también ha vivido Lorena Mazuecos, tanto en su bachillerato tecnológico como en la carrera. “La mayoría de mi clase eran chicos (70%-30%), ya que me encontraba en el ‘grupo de los ingenieros’. Al igual que los profesores, un 75% de estas asignaturas las impartían hombres. En el grupo sanitario, sin embargo, la proporción estaba casi invertida en cuanto al alumnado”.
Una situación que siguió en la carrera, aunque la bioquímica no está segura de si es una cuestión de género, de preferencias personales, de motivación o de todas a la vez. “Durante la carrera éramos muchas más alumnas que alumnos -explica-, de unos 60 en total. Ahora, por ponerte un ejemplo, solo ocho mujeres de esa promoción hemos seguido en el ámbito de la investigación, mientras que de chicos hay un porcentaje más alto”.
Más jefes que jefas, más investigadoras que investigadores
Una vez graduada en bioquímica por la UCLM, emprendió su tesis -sobre los cambios que ocurren en la grasa de nuestro organismo y el hígado y su respuesta a tratamientos farmacológicos que mejoraban la respuesta a insulina- que la llevó hasta la Universidad de Massachusetts. Las diferencias por género seguían. “Conforme escalas poco a poco las diferencias se hacen mayores. En el ámbito académico, el porcentaje de catedráticos hombres está muy por encima del de mujeres. Parece que sigue costando romper ese techo de cristal y alcanzar las posiciones más altas”, explica.
Ella reconoce que en los grupos de investigación en los que ha participado la mayoría eran mujeres, pero el jefe de equipo o investigador principal era siempre un hombre. “En los centros punteros -detalla-, el 90% de los grupos están dirigidos por hombres porque han tenido la capacidad de ganar experiencia durante 40 o 50 años en una disciplina concreta sin parar. Y ahora son expertos. A la mujer le sigue costando hacerse un hueco, debido en gran parte, a que hasta hace muy poco no se creía que las mujeres pudiéramos dedicarnos a esto”. Aún así, se muestra optimista. “Actualmente, con muchos movimientos de visibilidad e inclusión estamos demostrando que el talento no tiene género y la ciencia tampoco”.
Brecha salarial, suelo pegajoso y soluciones
Aunque a nivel académico la discriminación es menos común, la bioquímica reconoce que en el ámbito privado las tareas menos prestigiosas y peor pagadas suelen hacerlas las mujeres. “Los puestos más altos y con más responsabilidades son para aquellos que desde un inicio no tuvieron obstáculos para dedicarse a su profesión durante muchos años”, opina. Lorena Mazuecos Fernández-Pacheco también señala algunas ideas que hacen que la discriminación disminuya, como no tener en cuenta el periodo temporal de embarazo a la hora de valorar un currículum, aunque reconoce que aún pesa el sesgo de género más que el de número de artículos científicos por un candidato u otro.
“Desafortunadamente, sigue habiendo carreras y profesiones masculinizadas o feminizadas, pero visibilizar con ejemplos de ambos sexos en todos los ámbitos es crucial en educaciones de igualdad”, explica al ser preguntada por su participación en el proyecto #MujereSteam. Una oportunidad de dar referentes a las nuevas generaciones y poner en valor para el resto de la población estas mujeres científicas. Mujeres que como Lorena se enfrentan a una situación complicada respecto a la carrera investigadora en España, quien no descarta volver a “cruzar el charco”. “Hay que apostar por el sistema científico español porque tenemos el talento y es el futuro para reforzarnos como sociedad. Un ejemplo claro es lo que hemos vivido con esta pandemia: la ciencia debe salvarnos de la pandemia, y no al revés”.
#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objeto es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).