Esta ingeniería técnica con 20 años de experiencia laboral se ha especializado en la producción industrial. Un camino que celebra haber recorrido:

“Siempre me encantaron las matemáticas y me decanté por la ingeniería por la alta demanda que había en aquel momento. Estoy encantada con mi trabajo, disfruto con los proyectos y desafíos que van surgiendo”.

Bocadillos por derivadas

“Recuerdo con especial cariño al profesor de matemáticas que tuve los últimos años de la E.G.B, nos hacía las clases muy llevaderas”, rememora Irene Lozoya López, ingeniera técnica industrial afincada en Albacete. “También recuerdo -continúa- a un profesor de la academia donde nos jugábamos un bocata a quién resolviera la derivada, esa competitividad nos tenía activados para conseguir el objetivo”. “Nunca me pagó los bocadillos, todavía se lo recuerdo”, dice bromista.

La actual manager de producción, procesos y planificación de la empresa albaceteña Gurit, también piensa en cómo su camino profesional se fue formando.

“Mis amigas hablaban de que querían ser maestras o médicas, enfermeras, abogadas, funcionarias, etc… La realidad actual es que soy la única de mi grupo con una carrera técnica. A veces sacamos el tema y comentamos el por qué”.

Matemática, forense, fisioterapia… ingeniería

Lozoya López reconoce que de aquellos sueños de infancia mucho cambió. “De muy pequeña decía que iba a ser forense y ahora no puedo ver una gota de sangre”, recuerda entre risas. En seguida aparecen los referentes y el efecto espejo en ellos. “Empezando en el instituto, pensaba en ser profesora de matemáticas, pero esa carrera se estudiaba fuera y no entraba en mis planes desplazarme”.

“La opción de ingeniería apareció en mi cabeza, cuando descarte matemáticas, ya en COU. Ese año visitamos la Politécnica de Albacete en el día de puertas abiertas y nos explicaron las opciones y ramas que existían. En aquellos años teníamos dos, electricidad o mecánica, ahora existen más opciones”, explica.

Un padre mecánico

Además de las salidas laborales, ¿qué más te influyó en esa decisión de la carrera y de los siguientes estudios? “Me gustaba investigar cómo funcionan las cosas, disfrutaba mucho con las clases de tecnología. Mi padre también era mecánico y me llevaba con él en muchas ocasiones”, comenta a la vez que explica por qué eligió los siguientes estudios de especialización.

Tanto el máster en dirección de plantas industriales como el MBA. “Fui yo quién me lancé en una época de menos carga de trabajo, estaba interesada en conocer el día a día de otros departamentos con los que compartimos muchas tareas”, comenta esta ingeniera.

Conciliación, un punto para atraer talento

Preguntada por si la vida profesional era la que imaginaba al empezar la carrera, dice que sí. “En mi primera experiencia profesional hacía un poco de todo, siendo tan joven y recién acabada la carrera, no me imaginaba tener que desempeñar esas tareas; hacía de administrativo, gestiones de la producción, ayudar en planta, cargar un camión, etc…En mi puesto actual es muy distinto”.

Y así, 17 años en una empresa. Hoy día algo muy raro de ver en este mercado laboral. ¿Qué ha fijado su talento en Gurit? “Lo primero es que te debe gustar lo que haces, en mi caso se cumple con creces, es un trabajo muy dinámico. También la conciliación es un punto muy importante, soy madre de dos niños”, comenta.

irene lozoya lopez
Irene Lozoya López

 ‘No esperábamos que viniera una chica’

Irene Lozoya López reconoce que en su ascenso profesional no fue víctima de desigualdad de género. “Yo entré en la empresa en el 2005 como ingeniera de procesos, junto con otra compañera. Dos años más tarde mi jefe dejó la empresa, me consultaron la opción de ocupar su puesto y hasta hoy”, relata. Esto no quita que la ingeniera de Albacete haya sufrido o conocido otras situaciones.

“Recuerdo una entrevista de trabajo, donde el comentario del entrevistador fue: ‘no esperábamos que viniera una chica’. El puesto era para responsable de mantenimiento, le contesté si mi nombre y foto no le bastaban para diferenciar entre sexos. Evidentemente no me cogieron, y yo me alegré. También al terminar la carrera y empecé a llevar CV por las empresas en algunas me decían directamente que no cogían chicas para puestos de ingeniería. Los ejemplos anteriores ocurrieron hace casi 20 años, afortunadamente esto está cambiando mucho”.

“Deben de despejar dudas y creerse que son capaces”

¿Qué desafíos tienes en el futuro ya que no paras de formarte y de mejorar? “Realizaré una formación muy específica sobre los materiales que fabricamos. Estos cursos son muy motivadores. Mi objetivo es seguir mejorando en el día a día, aunque no estés involucrada en una formación concreta siempre aparecen retos que te hacen crecer y aprender de los demás”, comenta.

Por último, preguntada sobre su inclusión en el proyecto #MujereSteam, la ingeniera técnica tiene una respuesta clara:

“Me parece súper interesante que con nuestras experiencias les mostremos a las jóvenes que sí se pueden realizar carreras técnicas y un desarrollo profesional enfocado a ello, aunque seas una niña. Deben creer en ellas, y luchar por estudiar lo que les guste, tanto si es una carrera técnica como de otra rama, deben de despejar dudas y creerse que son capaces y que tienen muchas posibilidades”.

 

#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objeto es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).