La actual presidenta del Colegio de Aparejadores de Guadalajara, comenzó su carrera a los 25 años y en este tiempo ya ha logrado poner en pie su propio estudio.
“De pequeña tenía imagen de los arquitectos, no de los arquitectos técnicos. Hice primero de Arquitectura, pero no me gustó nada. Me parecía una carrera muy artística, demasiado para mi gusto. Yo lo que quería era construir casas”,
Legos y construcciones
“Me gustaba la idea de construir casas, de hecho mi juguete favorito siempre fueron los Legos”, comenta la arquitecta técnica Inmaculada Lera Ramírez, que explica para este proyecto sobre mujeres en carreras STEAM que no tenía referencia clara de su profesión. “Siempre me gustó mucho las construcciones y lo tuve muy claro desde que era muy pequeña. Por eso, cuando terminé COU y Selectividad, sólo pedí una carrera: arquitectura. Craso error. Hice primero, pero no me gustó nada. Los temas de diseño no me van tanto como yo imaginaba, y me parecía una carrera muy artística, demasiado para mi gusto. Yo lo que quería era construir casas”, comenta.
Cuando cambió a arquitectura técnica – “carrera que no conocí hasta ese año”, lamenta-, su vocación afloró. “Ahora sí que había acertado”. Por eso Lera Ramírez indica que la orientación de las y los jóvenes es muy importante. Tan importante como los referentes, de los cuales esta arquitecta técnica carecía.
“Me parece una pena, puesto que veo que somos muchas las mujeres a las que nos gustan estos estudios y estos trabajos, pero no se les daba visibilidad. La única mujer referente que tuve en este campo, y de pasada, fue Marie Curie”.
La obra, un mundo muy masculinizado
Una vez al final de la carrera fue el momento de pisar otro terreno desconocido: el laboral. “Empecé a trabajar en estudios de arquitectura y, aunque en la carrera se enfocaba todo mucho a la obra, yo descubrí las muchas otras facetas de esta profesión”, explica. Otras facetas que incluso le gustaron más: “Hago obras, como es lógico, pero hago otras muchas cosas aparte de eso, para darle variedad y riqueza a mi vida profesional”.
Pese a su tono positivo, Inmaculada Lera reconoce que es un mundo muy masculino. Que no hay tantas mujeres ahora como le gustaría, pese a que su número ha crecido. “Dentro de los estudios no hay tanta discriminación, pero a la hora de ir a las obras te encuentras de todo. Lamentablemente es un mundo mucho más discriminatorio de lo que debería ser”, explica por su propia experiencia.
“A mi me han llegado a decir bastantes cosas desagradables por mi edad, por ser mujer, por estar embarazada… A otras compañeras que conozco, exactamente igual. Creo que a los compañeros no se les cuestiona tanto, ni siquiera en el tema de la edad”.
Independencia y conciliación
Después de trabajar en varios sitios, se animó a formar su propia oficina, Lera&Blanco en Guadalajara. “Siempre he sido un poco independiente, por eso creo que elegí esa opción”, detalla. Aunque reconoce que tiene su parte estresante y de responsabilidad, destaca sus partes buenas: “sin jefes, sin horarios, pudiendo conciliar mejor que con un estricto horario en un trabajo por cuenta ajena, decidiendo tú misma el valor de tu trabajo sin que otros te lo impongan… No tendré tanta seguridad, pero sí más libertad. Lo prefiero así”.
Precisamente la conciliación fue un importante factor. “ La conciliación real 100% como nos gustaría a todas creo que no existe, por desgracia. Siendo mi propia jefa creo que he conseguido conciliar mejor que otras compañeras, aunque opino que la conciliación es cosa del hombre también”. Y pone de ejemplo la implicación de su pareja para hacer posible tener vida profesional y personal. “Lo que se debería mejorar -opina- son las bajas maternales de algunas mutualidades alternativas al RETA, en mi caso no tuve baja maternal ninguna de las dos veces, aunque ahora me consta que han cambiado eso en mi mutualidad, y todo el resto de bajas por otras causas”.
La primera presidenta del colegio profesional
“Soy la primera presidenta de mi Colegio, y me da pena que esto haya tardado tantos años en ser así”, comenta Inmaculada Lera que reconoce que siente “pena” al considerar que también es la quinta presidenta de un Colegio de Aparejadores en España. Preguntada por el por qué no hay más mujeres en cargos profesionales así, la arquitecta técnica lo tiene claro: “me consta que muchas compañeras no se presentan a estos cargos por temas de conciliación. En mi propia candidatura me costó mucho encontrar mujeres que se uniesen a la junta de gobierno”.
Por eso, Lera Ramírez destaca iniciativas como #MujereSteam. “Me hubiera ayudado mucho, sobre todo a la hora de elegir carrera bien a la primera. Me hubiera gustado tener algo más de información sobre todo el sector en general, y las salidas profesionales en particular de cada carrera. Creo que programas como este son muy útiles y necesarios”. Además, nos anima a escuchar el podcast que entre varias compañeras arquitectas hicieron con motivo del 8M.
#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objetivo es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).