“En alguna entrevista de trabajo realizada en empresas privadas sí que he sentido que seguramente algunas preguntas relacionadas con mi vida personal no me las hubiesen realizado si no hubiese sido mujer”,
Reconoce esta doctora y licenciada en Ingeniería Química y profesora en la Universidad de Castilla-La Mancha en el campus de Albacete. Ella, sin referentes, tomó la decisión de estudiar una carrera STEAM guiándose por las asignaturas que le gustaban.
Asignaturas que gustan y se dan bien
“Al terminar 4º ESO decidí cursar el Bachillerato de Ciencias y ahí me di cuenta que quería estudiar algo relacionado con asignaturas que llamaban mi atención como Química, Física y Matemáticas”, explica Engracia Lacasa Fernández, que también piensa en otra asignatura como dibujo técnico que nunca le gustó. Esto limitó su elección universitaria junto con la falta de referentes, aunque finalmente se decantó por estudiar Ingeniería Química. “Los referentes más cercanos relacionados con las carreras STEAM fueron profesores en el instituto”, recuerda, sin tener referentes profesionales.
Preguntada por si notó un descenso importante de compañeras en los estudios, la profesora reconoce que en Químicas no ocurrió. “El primer curso académico creo recordar que éramos aproximadamente 60% mujeres y no había ninguna barrera discriminatoria ni entre estudiantes a la hora de realizar trabajos en grupo, ni por parte del profesorado que impartía las asignaturas. Lo que se valoraba era la capacidad de trabajo o la destreza para superar asignaturas, independientemente del sexo del estudiante”, declara.
Sector privado VS sector académico
Aunque su experiencia educativa fue buena desde la perspectiva de género, a nivel laboral cambió. Como el nivel de exigencias, las preguntas en las entrevistas de trabajo o los estereotipos de género en el sector. Algo diferente al sector público y docente.
“Desde 2015 estoy trabajando como profesora en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Albacete, perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha. No he sentido discriminación por ser mujer, aquí en lo que se refiere a las categorías profesionales que existen dentro del profesorado universitario lo que se valora son los méritos del currículum vitae independientemente del sexo”.

Vocaciones, sin cortarnos las alas
Gracias a esto y a que es consciente de que no en todos los lugares se motiva el estudio por parte de las niñas y jóvenes de carreras de ciencia, ingenierías, matemáticas o tecnológicas, Engracia Lacasa Fernández se animó a formar parte del proyecto #MujereSteam.
“Quiero aportar mi humilde granito de arena para poder dar visibilidad a todas las niñas a seguir sus vocaciones. Creo que independientemente del sexo, si se opta por estudiar en la universidad habría que elegir la carrera en función de nuestras capacidades individuales sin cortarnos las alas nosotros mismos porque no nos creamos capaces de conseguir algo”.
#MujereSteam es un proyecto promovido por Fundación Concilia2 con la financiación del Instituto de la Mujer de Castilla- La Mancha en el marco de las ayudas para la reducción de brechas de género en el ámbito laboral para el 2021. El objeto es promover la incorporación de mujeres en los estudios y sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEAM).